Fragmentos de un viaje

Viernes 30-04-10; 1:11am

Bitácora del Capitán:
He realizado grandes descubrimientos en este viaje: la mala suerte o mal de ojo al parecer existe, no se como comprobarlo, pero sí puedo hablar al respecto y dar fé, asi como de las mentiras. Como Capitán no lo esperaba de mi tripulación, pero tengo pruebas fehacientes del hecho, tripulación a la que por cierto, y debo recalcar, no debería llamar mi tripulación, ya no lo son. Espero que algún día se arrepientan de su desición, pero no lo creo, ya que mi oportunidad de reprenderlos y castigarlos bajo las leyes y códigos que nos rigen cómo soldados que somos se me ha escapado de las manos. Ahora trabajan para tropas enemigas... Seguiré en mis labores, ya que me he quedado sin hombres y tengo que repartirme para mantener la nave en movimiento. Creo que algún día estallará.

Fuego, calor, movimiento

Fuego: aquel ser místico que baila solo en la oscuridad,
el que te hipnotiza con sus insinuados movimientos,
ese ser que da vida al corazón de las máquinas en manos equivocadas está.
Cuídalo y no lo regales ya que consigo mucho poder traer y puede quemar una ciudad entera;
pero si lo usas bien, tan solo un cigarrillo puede encender.
Aquellos cigarros que encendí en el olvido quedaron,
ese humo que ahora inhalo tiene un sabor distinto,
posee tristeza y soledad. Pero debo alegrarme,
cigarros puedo aún encender aunque el mismo fuego no es.
Calor no da al frío mundo de la oscuridad
y solo aquel trozo de tela puede protegerme
o al menos es lo que mi mente cree,
pero en mi poder tampoco está;
y ahora siento la piel de esos seres,
que caminando siempre están y a distintos lugares me quieren llevar,
me han arrebatado lo que me movía. ¡Oh! ¡Aquello que me movía ya no está!

Safo, fragmento 31

Safo, poetisa griega. Según muchos historiadores, posiblemente el poema más famoso de toda la literatura griega... Un canto de celos:

Me parece igual a los dioses ese
hombre que ahora está frente a ti sentado,
y tu dulce voz a tu lado escucha
mientras le hablas

y tu amable risa; lo cual, te juro,
en mi pecho el alma saltar ha hecho:
pues te miro apenas y mis palabras
ya no me salen

se me queda rota la lengua y, suave,
por la piel un fuego me corre al punto,
por mis ojos ya nada veo, y oigo
sólo un zumbido,

me destila un frío sudor y entera
un temblor me apresa, y cual la paja
amarilla estoy y mi muerte siento
poco alejada.

Pero todo habrá que sufrirlo, incluso...

Aléxandros

Al parecer aquí empieza mi expedición jaja!... solo será un poco de escritura para desestresarme, ya vere en un futuro en que lo convertiré... mientras tanto, les diré de donde saque el nombre: "La Expedición de los Diez Mil"... Es un libro de el autor Jenofonte (ca.431 a.C. - 354 a.C.), quien escribió su expedición junto con unos mercenarios griegos hacia Persia. Era un de los libros favoritos de Alejandro Magno, el cual lo condujo en gran parte hacia su destino en convertirse el señor de Asia y de todo el mundo conocido hasta los momentos...

Jenofonte